«El Monte de las ánimas» es una de las leyendas recopiladas por Gustavo Adolfo Bécquer durante su estancia en Soria. Se publicó en 1861. El monte que recibe este nombre está situado al otro lado del Duero., cerca del antiguo convento templario de San Polo. Los protagonistas de la historia son dos jóvenes, Alonso y Beatriz, y narra los sucesos que tuvieron lugar la noche de difuntos.

Ambos jóvenes regresaban de una cacería en vísperas de la noche de difuntos. Alonso le dice a su prima que quiere evitar estar cerca del Monte de las ánimas, puesto que está anocheciendo. Él mismo le cuenta la historia de este lugar:

«Ese monte que hoy llaman de las ánimas, perteneció a los Templarios, cuyo convento ves allí, a la margen del río. Los templarios eran guerreros y religiosos a la vez. Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir de lejanas tierras para defender la ciudad por la parte del puente, haciendo en ello notable agravio a sus nobles de Castilla; que así hubieran solos sabido defenderla como solos la conquistaron.

Entre los caballeros de la nueva y poderosa Orden y los hidalgos de la ciudad fermentó por algunos años, y estalló al fin, un odio profundo. Los primeros tenían acotado este monte, donde reservaban caza abundante para satisfacer sus necesidades y contribuir a sus placeres, los segundos determinaron organizar una gran batida en el coto, a pesar de las severas prohibiciones de los clérigos con espuelas, como llamaban a sus enemigos.

Cundió la voz del reto, y nada fue parte a detener a los unos en su manía de cazar y a los otros en su empeño de estorbarlo. La proyectada expedición se llevó a cabo. No se acordaron de ella las fieras, antes la tendrían presente tantas madres como arrastraron sendos lutos por sus hijos. Aquello no fue una cacería, fue una batalla espantosa; el monte quedó sembrado de cadáveres, los lobos a quienes se quiso exterminar tuvieron un sangriento festín. Por último intervino la autoridad del rey. El monte, maldita ocasión de tantas desgracias, se declaró abandonado, y la capilla de los religiosos, situada en el mismo monte y en cuyo atrio se enterraron juntos amigos y enemigos, comenzó a arruinarse.

Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre la breñas y zarzales. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Por ello en Soria le llamamos el Monte de las ánimas y por eso he querido salir de él antes que cierre la noche. «

kim-novak-vertigo2

Kim Novak en el papel de Madeleine

El tema de la historia de Alonso y Beatriz es un amor imposible. Es imposible porque su principio se convierte en su final, puesto que tiene como principio algo que no existe. Los protagonistas acaban muertos de forma trágica.

Los jóvenes llegan al castillo de los condes para pasar la noche. El joven regala a su hermosa prima un joyel que llevaba en su gorro para sostener una pluma. No es una joya cualquiera. Es un símbolo de compromiso y de amor que la madre de Alonso llevó prendido en su velo el día de su boda, ante el altar.

Beatriz acepta el regalo, a sabiendas de su significado. En el relato se da a entender que existe otro hombre en su vida, de quien está enamorada, pero no se lo dice a Alonso y continua el intercambio de regalos. Ella quiere corresponder con una banda azul, pero no puede entregársela porque la banda se perdió en el camino de vuelta, al pasar por el Monte de las ánimas. La banda azul es un símbolo de pureza, algo que Beatriz no tiene o ha perdido, porque hay otro hombre y no ama a Alonso.

Sobre un engaño nada puede crecer. El joven, a pesar de su miedo, comete la imprudencia de ir a buscar la banda azul perdida. Enviar a alguien al Monte de las ánimas la noche de difuntos es como mandarlo al infierno. No podrá regresar vivo. la pureza perdida no se puede recuperar. La valentía de Alonso es en vano.

Beatriz pasa la noche atormentada por extraños ruidos y temores. A la mañana siguiente, ante el altar de su oratorio, estaba ensangrentada y desgarrada la banda azul que perdiera en el monte y que Alonso fue a buscar. Al darse cuenta de su error y del resultado de su falsedad, que es la muerte de Alonso, es invadida por un sudor frío en todo su cuerpo, entra en un estado de locura y muere.

Uno de los elementos que aparece en la historia es el joyel que Alonso llevaba para sujetar la pluma de su gorra. El joyel en la gorra del hombre y la misma joya colgada al cuello de la mujer fue, en el pasado, un símbolo de compromiso matrimonial. Son muy conocidas las perlas llamadas «peregrina» o «pelegrina», que tienen un incalculable valor y que formaron parte de las joyas de la Corona española. Puede ser que esta palabra proceda de «per regina» ,  «perla reina» o «perla de la reina».

3

Retratos ecuestres de Felipe III y Margarita de Austria, por Diego Velázquez. Museo del Prado

La Perla peregrina es una perla de gran tamaño y forma inusual, considerada una de las gemas más valiosas y legendarias de la historia de Europa. Aunque eran conocidas en Oriente y en el antiguo Egipto, procedentes de Asia, las perlas llegaron a Europa después del descubrimiento de América. Los griegos llamaron a las perlas «margarites».

Se cree que la Peregrina fue descubierta en Panamá, en el siglo XVIII. Según algunas fuentes, procede de Isla Margarita (Venezuela) y fue descubierta en 1515. Después pasó a formar parte de las joyas de la corona con Felipe II y fue lucida por las reinas de España a lo largo de los siglos.

Actualmente las perlas no tienen tanto valor monetario como en épocas pasadas. Las parábolas y dichos que han llegado hasta el presente del proverbial valor de las perlas, no tienen hoy en día tanta resonancia como en el pasado.

El joyel es un elemento que aparece en la película «Vértigo» de Alfred Hitchcock, estrenada en 1958.  El guión está basado en la novela «Sudores fríos. De entre los muertos», escrita por los franceses Pierre Boileau y Thomas Narcejac. Posiblemente estos autores se inspiraron en historias y leyendas tradicionales de su país, para escribir sus novelas, cambiando el contexto y modernizándolas. Esto explicaría que el tema de la película «Vértigo», sea el mismo que el de la leyenda del Monte de las Ánimas de Soria, y que coincidan los elementos.

En ambos casos es un amor imposible, un principio que se convierte en el final, por estar basado en una mentira. La pureza de las dos mujeres, en la que confían los protagonistas masculinos,  es falsa. En la primera está representada por la banda azul. En la película, podría ser equivalente al traje gris, que da a la mujer un aspecto de perfección.

Ambas mujeres aceptan el joyel, algo que no merecen. Al aceptar esta joya, están condenadas a muerte, porque es algo que pertenece al otro mundo, al mundo de los muertos. Sólo el amor o la pureza podría salvarlas, pero es algo de lo que ellas carecían en el momento en que lo aceptan.

Los intentos de los protagonistas masculinos por devolverles la pureza, son en vano. Es algo que ellas mismas perdieron y que no es posible restituir. Alonso, cometiendo la imprudencia de ir a buscarla al más allá, al mundo de los muertos. Algo inútil porque si la pureza se perdió, perdida está. El personaje de la película, empeñándose en que se vistiera de gris y que se peinara como la supuesta muerta. Todo se derrumba al ver el joyel que ella conservaba, la prueba del engaño. La subida a la torre es el símbolo de un amor que crecía en vano, porque estaba condenado a caer.

La leyenda del Monte de las ánimas es más trágica, porque ambos jóvenes mueren. En la película, la mujer ama al protagonista y le cuenta la verdad. Pero no hay solución, porque se repite la misma escena de su muerte anterior, que fue fingida. Su muerte se produce de verdad. El símbolo del compromiso estaba manchado de sangre.

El protagonista masculino conoce la verdad, salva la vida y vence su miedo o vértigo, pero no le sirve para salvar a la mujer. Aunque sobrevive, hay algo muerto en él, puesto que no pudo unirse a la mujer que amaba.

En el Monte de las Ánimas, el final no es el final para Beatriz, puesto que no pudo decirle la verdad a Alonso. Por ello, en la noche de difuntos, los fantasmas de los caballeros y corceles persiguen a una mujer que, arrojando gritos de horror, da vueltas alrededor de la tumba de Alonso.

20-Santa Margarita de Antioquía-20

Santa Margarita de Alejandría

 

Fuente: Artículos de la Wikipedia

«La Peregrina y la Pelegrina» .Kaia joyas Uruguay