Los centauros eran seres mitológicos con cuerpo de caballo y torso y cabeza humanos. Este ser mitológico podría representar a hijos de soldados y esclavas o hijos de hombres libres y esclavas. La esclavitud estaría representada por el caballo. El resultado de estas uniones serían hombres que, en su mayoría, estarían destinados a convertirse en soldados. Como militares podían ascender, alcanzar grandes logros o dirigir ejércitos, pero siempre estarían limitados o marcados por su origen como esclavos. Posiblemente pasaban a formar parte de los ejércitos y se compraban y vendían a precio de oro. El nombre de «centauro» vendría de «cent» o centuria y «aureo», moneda de oro romana, o de «aurum», «oro», en latín. Curiosamente, en Brasil se abolió la esclavitud en 1888, con la llamada «Ley Aurea» y poco antes, en 1871, se había aprobado la «Ley de libertad de vientres», por la que se liberó a los hijos de esclavos nacidos en Brasil.
En la mitología griega, el enfrentamiento entre lapitas y centauros en la boda del rey Piritoo, estuvo motivado por el intento de los centauros de raptar a la reina Hipodamia. La lucha tuvo como resultado la derrota de los centauros. Según la leyenda , los centauros habían sido invitados a la boda porque estaban emparentados con el rey, sin embargo, había una diferencia clara entre un hombre y un centauro, a pesar del parentesco, porque los centauros eran hijos de esclavas. Aunque se dice que los centauros habían bebido en exceso, lo que fue la causa del conflicto, en realidad, el hecho de raptar a una reina y tener hijos con ella, podría significar su deseo de ascender, su aspiración de superar la condición de esclavos y ser considerados hombres. La batalla entre centauros y lapitas se representa en las metopas del Partenón, en el siglo V a.C.
Los centauros vivían en las montañas de Tesalia. Las mujeres centauro no se mencionan hasta la época helenística como «centáurides», esposas o madres de los centauros masculinos que vivían en el monte Pelión, con sus hijos. En el siglo III d.C., Filóstrato de Lemnos realiza la siguiente descripción: «Qué hermosas son las centáurides, aunque tengan cuerpo de yegua; porque algunas crecen de yeguas blancas, otras de yeguas castañas y el pelaje de otras es manchado, pero todas brillan como las yeguas bien cuidadas. También hay centáurides blancas que crecen de yeguas negras y la posición de colores produce una criatura unida de gran hermosura.»
Ifigenia era una de las hijas de Agamenón y la reina Clitemnestra. La diosa Artemisa castigo a Agamenón por haber matado a un ciervo en un bosque sagrado. Cuando inició su viaje a Troya, para participar en la guerra, sus barcos quedaron inmóviles al detener Artemisa el viento. La única manera de apaciguar a Artemisa era sacrificar a Ifigenia. En la representación del sacrificio de Ifigenia en Pompeya, parece que Artemisa impide el sacrificio llevándose a Ifigenia montada a lomos de un ciervo, a Táuride, el país de los tauros en el golfo de Crimea, donde se convirtió en suma sacerdotisa de esta diosa. Las primeras colonias griegas fueron fundadas en el litoral meridional y occidental del Mediterráneo y en el litoral septentrional del Mar Negro, el Ponto Euxino para los antiguos griegos, en los siglos VII y VI a.C. Los contactos comerciales fueron muy intensos entre los dos mares.
En la mitología, secuestrar a una reina era un asunto frecuente. La causa de la guerra de Troya fue el secuestro de Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta y hermano de Agamenón, rey de Micenas, por Paris, hijo de Príamo, el rey de Troya. La entrada al mar Negro, desde el Mediterráneo debía atravesar el estrecho de los Dardanelos, el mar de Mármara y el estrecho del Bósforo. Sin duda, cualquier impedimento a ese tránsito de los barcos griegos sería motivo de una guerra. El secuestro de Helena puede significar que los troyanos conquistaron una zona o que aumentaron su área de influencia sobre un territorio que antes pertenecía a los griegos, lo que tuvo repercusiones estratégicas. En cuanto al caballo de Troya, que da fin a la guerra y la victoria a los griegos, podría significar que los troyanos necesitaban refuerzos y compraron soldados en otro lugar. El engaño pudo estar en que esos soldados les traicionaron, porque estaban vendidos a los griegos o que los propios griegos se infiltraron, haciéndose pasar por soldados extranjeros.
La palabra «Bósforo» en griego significa «estrecho del buey», puesto que «bous» en griego significa «buey». Existió un reino del Bósforo en el siglo V a C. que integró a las colonias griegas en torno al estrecho del Bósforo Himérico, hoy llamado estrecho de Kerch, en la península de Crimea. Este estrecho era la entrada al mar de Azov, desde el mar Negro. Al norte se situaban los pueblos bárbaros que habitaban las estepas, principalmente sármatas y escitas. De este lugar, siglos después, partieron pueblos bárbaros como godos y alanos, que se desplazaron hacia occidente y alcanzaron la península ibérica. Los escitas eran grandes orfebres y el ciervo era un motivo frecuente y también el caballo. Una mujer subida a lomos de un ciervo es un motivo que se encuentra en piezas de orfebrería en las colonias griegas del mar Negro, que podría representar a Artemisa. Parecida es la representación de Afrodita Pandemos a lomos de un carnero, caracterizada como la diosa de los bajos placeres sexuales, en oposición a la Afrodita Urania o Afrodita Celestial. Solón erigió en Atenas un templo a Afrodita Pandemos y en otras ciudades existía este culto.
Un festival en su honor se celebraba entre los meses de junio y julio. La fiesta comenzaba con el sacrificio de una paloma, con cuya sangre se purificaría el templo de la diosa. Después la imagen de la divinidad se llevaba en procesión hasta ser lavada en una corriente de agua. Los iniciados hacían una ofrenda de sal, en referencia al mar del que surgió Afrodita y también un pan horneado con forma fálica. Durante el festival no se permitía el derramamiento de sangre, por lo que se ofrecían dos carneros vivos. Se dice que Afrodita Pandemos no se refiere solo al amor físico, sino que se traduce como «Afrodita de todo el pueblo», que une a todos. El nombre Afrodita, si «foro» es estrecho podría significar el «paso estrecho».
En la ciudad de Afrodisia, en Asia Menor, hubo un complejo religioso dedicado a César Augusto, conocido como Sebasteion, dedicado conjuntamente a Afrodita, a los divinos augustos y al pueblo. Afrodita era venerada como «prometor», que puede proceder de «promereo» en griego que significa «prometer o merecer». Los miembros de la gens Iulia, la familia de Julio César y Octavio, proclamaban ser descendientes de Venus o Afrodita. Esta ciudad de Afrodisia, en el siglo VII recibió el nombre de Estaurópoli, que se traduce como «ciudad de la cruz». «Tau» es un tipo de cruz y también la letra del alfabeto equivalente a la letra «T».
Las representaciones de Afrodita Pandemos de Afrodisia, corresponden a una mujer con un cuerpo que parece una columna decorada con relieves. Se han encontrado en las excavaciones de esta ciudad, puesto que estaba cerca de una cantera de mármol, pero también en otras partes del Imperio romano, como en Civitas Pacensis en Lusitania, actual Beja en Portugal, nombre que recibió esta ciudad en época de Augusto. Afrodita Pandemos recuerda a Santa Eulalia, patrona de Mérida, representada en lo alto de una columna conocida como el obelisco de Santa Eulalia y en cuya leyenda se incluye una paloma. Santa Eulalia es también patrona de Barcelona y su escultura se encuentra igualmente en lo alto de una columna en la llamada fuente de Santa Eulalia. Se representa con una cruz de madera en forma de aspa puesto que la leyenda dice que fue crucificada. En Beja, en Portugal, es famosa la picota en forma de columna que se encuentra en la plaza mayor, aunque, en este caso, no hay una santa.
Las columnas conmemorativas en el mundo romano representaban las conquistas y los pueblos vencidos por el emperador. La columna de Trajano en Roma, parece que se remató con un ave, posiblemente un águila. En España, las picotas eran columnas construidas en su mayoría en los siglos XVI y XVII, debido a las exenciones otorgadas a los lugares que hicieron aportaciones económicas a la Corona, donde exponían a los reos a la vergüenza pública y las cabezas de los ajusticiados, para que sirvieran de escarmiento. Las Cortes de Cádiz de 1813 ordenaron demoler los signos de vasallaje, puesto que «los pueblos de la nación española no reconocerán otro señorío que la nación misma y su noble orgullo sufriría por tener a la vista un recuerdo continuo de humillación». Las columnas se denominan «rollos» cuando se levantan en villas e indican si estaban sometidas a un régimen de señorío nobiliario, concejil, eclesiástico o monástico.
El Partenón fue construido al finalizar las guerras médicas, que enfrentaron a los griegos con los persas. En las metopas, en cada uno de los lados del edificio, se representaban la caída de Troya en el lado norte, la lucha de centauros y lapitas al sur, la amazonomaquia en el oeste y la gigantomaquia al este, pero solo se conserva una parte de estos relieves. La representación de los griegos luchando contra las amazonas es un motivo frecuente. Podría ser que estas mujeres representaran a pueblos o gentes que no vivían en ciudades, sino en aldeas o que fueran nómadas. «Zona» en griego significa «cinturón», por lo que podría indicar que no eran ciudades amuralladas, como ocurría en las estepas, al norte del mar Negro o en otros lugares, aunque podían aliarse para luchar contra los griegos. Quizá signifique que vivían en las fronteras. Hércules en su noveno trabajo tuvo como misión apoderarse del cinturón mágico de Hipólita, la reina de las amazonas.
«Parthenon» en griego antiguo significa «templo o habitación de las doncellas» y Athenea Parthenos es el nombre de la diosa principal de Atenas. Según la leyenda Atenea nació de la frente de Zeus, ya completamente armada, después de que se tragara a su madre, Metis, una titánide hija de Gea. Según una profecía, Metis tendría hijos más poderosos que Zeus, por lo que, para evitarlo, la encerró en su vientre, pero Metis ya había concebido a Atenea.
El nombre de Atenea, transcrito como Athenea, por ser una «T» aspirada, la letra «zeta» griega, podría traducirse, si se compone de dos palabras, «Athe» por acero, puesto que «ather» significa «punta de acero» y «nea» por «joven». El nombre de Atenas, podría estar compuesto por «Athe» y «nas»que procede de «nau» en la declinación, con el significado de «naves» o «barcos». «Nau» forma parte de muchas palabras en castellano, en relación con los barcos y la navegación. En el busto de Atenea Palas de Velletri, que corresponde a una copia del siglo II d.C., es representada con casco y la égida. Se podría interpretar como una representación de tres cabezas. La superior, el casco que corresponde al ejército o fuerza militar, la cara humana, que corresponde a la ciudad y a los ciudadanos y la égida, una piel de cabra con la cabeza de la Górgona y las serpientes, que corresponde a los esclavos, que siempre fueron numerosos en Atenas.
La división en tres cabezas o tres cuerpos coincide con el mito de Gerión, que corresponde al décimo trabajo de Hércules. Gerión era hijo del gigante Crisaor y la oceánide Calirroe y es descrito como un ser formado por tres cuerpos con sus respectivas cabezas y extremidades. Gerión vivía más allá de las columnas de Hércules, en la isla Eritea. Las Gadeiras era el nombre griego de las islas existentes en lo que hoy es la bahía de Cádiz. Las más importantes eran tres: Kotinoússa (actual Cádiz), Eryteia y Aphrodisías. Hércules robó su rebaño de vacas rojas y bueyes y le dio muerte con una flecha envenenada que atravesó los tres cuerpos a la vez. Previamente, para llegar allí, había cruzado el desierto libio, (Libia era el nombre que los griegos daban a África). Sofocado por el calor, disparó sus flechas al sol. A cambio de que parase, Helios le ofreció una copa dorada que el dios usaba para cruzar el mar cada noche de poniente a levante, siendo utilizada por Heracles para llegar a Eritia. Según algunas versiones de la historia, la cabeza del gigante fue enterrada en el lugar donde se construyó después la Torre de Hércules, en La Coruña.
La Atenea Pártenos realizada por Fidias en el Partenon de Atenas, era una escultura crisoelefantina (del griego «chrysos»que significa «oro» y «elephantinos» «de márfil») que fue muy reproducida en la época y hubo muchas copias inspiradas en la original. La copia más fiel se considera la Atenea Varvakeion del siglo II. Su cabeza está cubierta por un casco sobre el que sobresale un torso femenino en el centro, entre dos caballos. Lo que se llama la égida, hecha con piel de cabra, cubre los hombros y el pecho, adornada con la cabeza de la Górgona y serpientes. Dos serpientes sujetan el vestido como si fuera un cinturón. Debajo del escudo, la serpiente sagrada se identifica con Erictonio de Atenas, el fundador legendario de la ciudad. según el mito, cuando Hefesto quiso violar a Atenea, el semen cayó en el muslo de la diosa y al quitárselo y caer en la tierra fecundó a Gea, y de ella nació Erictonio, con torso de hombre y cuerpo de serpiente. La explicación de este mito puede estar relacionado con la necesidad que tenía la ciudad de Atenas de fabricar armas para los ejércitos, puesto que el padre era Hefestos, y la leyenda dice que quiso violar a Atenea cuando ésta acudió a su taller a buscar armas.
En cuanto a la lucha contra los gigantes, se ha dicho que sería una metáfora de la lucha contra los persas. Los gigantes eran hijos de Gea, la diosa de la tierra, siendo representados con cabeza y torso de hombre y cola de serpiente, por ello se puede deducir que estaban emparentados con los griegos. Las ciudades griegas surgirían de la mezcla de gentes de Grecia y Asia Menor que, tradicionalmente eran navegantes y comerciantes. La ciudad de Atenas no se menciona en la Iliada y pudo ser una fundación más moderna situada en el territorio de Micenas. En cuanto al cuerpo de serpiente, podría explicarse porque los griegos no convertían en esclavos a los pueblos que conquistaban y tampoco imponían una religión. Teniendo en cuenta que formaron un imperio enorme, desde Irán al Mediterráneo, los matrimonios o uniones entre gentes de lugares muy diferentes, sin importar la procedencia, serían algo aceptado. Sin embargo, los griegos establecían la diferencia entre griegos y extranjeros y entre atenienses y los demás griegos, por lo que los persas, desde su punto de vista, podían ser considerados esclavos.
Tradicionalmente, la mujer se representa de forma simbólica con la figura de la serpiente u otros reptiles o como ranas, para hacer referencia a un aspecto pecaminoso y para restar humanidad. La Górgona, que amenaza con convertir en piedra a quien mire, aconseja que es mejor no ver. El héroe Perseo, a quien se atribuye la fundación de Micenas, consiguió vencer a Medusa, una de las tres górgonas, usando como espejo un escudo de bronce, evitando mirar directamente. Al cortar su cabeza, nació Pegaso y el gigante llamado Crisaor, que eran el fruto de la violación de Medusa por Poseidón, y que no habían podido nacer hasta que salieron por el cuello de Medusa, al ser decapitada.
Quizá todo esta historia signifique que Micenas y después Atenas arrebataron el monopolio comercial a otras ciudades de Asia Menor, puesto que la cabeza de la Górgona acaba en Atenas. Las alas de las sandalias de Perseo o las alas de Pegaso hacen referencia al comercio, como en el caso del dios Hermes o Mercurio, nombre que se refiere a la palabra latina «merx» (mercancia), que lleva sandalias y casco con alas, y que también tiene como atributo el caduceo con serpientes, la cabra o el gallo. Las guerras médicas terminan con las condiciones impuestas a los persas por los griegos, que se concretaron en que los persas desistieran de la conquista de Grecia, abandonando la navegación en el mar Egeo, y en permitir a los griegos comerciar con las colonias griegas de Asia Menor.
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