La palabra «ordinario» podría proceder de «dinar», palabra de origen árabe, con significado de «dinero», que procede a su vez de «denario» en latín. Los números ordinales, indican un orden en una sucesión. Lo ordinario sería los gastos habituales o necesarios y que responderían a un orden en las prioridades. Lo extraordinario serían gastos no habituales, que podrían ser necesarios o no necesarios, en función de cada criterio, que podría situarlos en una u otra posición en las prioridades.
En la actualidad, existe la creencia generalizada de que la humanidad siempre progresa o de que avanza hacia adelante, sin embargo, se trata de una apreciación muy subjetiva, puesto que lo que avanza hacia adelante es el tiempo. No significa que ese «avance» o progreso de la humanidad esté asegurado y que exista una correspondencia con el tiempo. Pretender controlar el tiempo es una ilusión infantil que se manifiesta en los juegos, cuando los niños se disfrazan de mayores, como podrían fingir ser más pequeños, como parte de un juego. Los niños tienen una vivencia del tiempo como algo que no pueden controlar, pero que perciben, puesto que les gusta la idea de hacerse mayores, aunque no siempre con agrado, por ejemplo, cuando aparece en sus vidas un hermano más pequeño y se comparan y surgen los celos infantiles.
Incluso en la infancia existen impulsos que nos llevan hacia adelante y también existen impulsos que nos llevan hacia atrás, aunque está claro que, en el conjunto de la humanidad, al menos hasta el momento, parecen ser mayores los impulsos hacia adelante. En realidad en la humanidad hay de todo y sería el resultado del balance, en cada tiempo. La mente de un niño no entiende de balances y simplemente piensa que basta desear un retroceso o un avance en el tiempo y hacerlo realidad mediante un disfraz, y participar en el juego de «hacer como si fuera».
El tiempo, como lo percibimos, es lineal y va hacia adelante, aunque lo medimos de forma cíclica. La vida empieza y acaba, pero no sabemos cuando termina, puesto que depende de muchos factores. También medimos la vida en etapas o en años, puesto que existe una correspondencia biológica con el tiempo lineal, desde el principio hasta el fin.
La Contabilidad es una disciplina que tiene como objetivo medir y analizar la situación económica y financiera de una empresa. Para ello se realiza un balance anual que presenta toda la información registrada, con la finalidad de informar a todas las partes interesadas . La situación puede cambiar completamente de un año para otro. El concepto de Contabilidad se remonta a la aparición de la escritura en las civilizaciones antiguas, habiéndose encontrado registros contables de hace más de 7000 años en Mesopotamia. También se asocia a la aparición del dinero, empleándose piedras que simbolizaban diferentes valores. El hecho de que la contabilidad, empleando medios numéricos, surgiera en las civilizaciones antiguas no significa que no se hicieran balances de forma simbólica en las culturas más primitivas, o incluso de forma metafórica. De hecho, si no se hicieran balances, como puede hacer cada persona en su vida a nivel individual, no sería posible la supervivencia, puesto se necesita analizar los factores para tomar decisiones.
No podemos saber que le sucedió al hombre de Neandertal, pero podemos afirmar que en algún momento el balance anunciaba su desaparición. Aunque existían muchos factores y entre ellos podía estar el error de su interpretación. Es posible que el arte prehistórico fuera el resultado de una neurosis cuyos síntomas cumplían una función simbólica. Para protegerse de la angustia las personas recurren a mecanismos de defensa como la represión, la negación, la intelectualización o el desplazamiento. El hombre de Cromañón es un homo sapiens primitivo que se ha datado en Europa entre 40.000 y 10.000 años, por lo que convivió con el Neandertal. Parece que desaparece por causas ambientales y culturales, puesto que su desaparición coincide con el final de la última glaciación, siendo sustituido por sucesivos desplazamientos de poblaciones desde África y Asia.
«Bulla» es una esfera de arcilla que contenía en su interior representaciones de animales en barro. Se utilizaban como registro de los trueques en la antigua Mesopotamia. Los comerciantes introducían en la esfera un número de figuras que correspondían con las cantidad y el tipo del artículo vendido. A continuación sellaban la bulla y marcaban en el exterior con unos símbolos que se correspondían con las figuras guardadas en el interior. La operación se completaba cuando al romper la bulla, se comprobaba que lo marcado en el exterior coincidía con las piezas del interior. Se han descubierto estos objetos de hasta 9000 años de antigüedad. Se ha demostrado que la escritura no se inventó sino que fue una evolución de los pictogramas, que se convirtieron en ideogramas o símbolos abstractos.
La partida doble o Contabilidad por partida doble, consiste en realizar una doble anotación, el debe y el haber. El italiano Luca Pacioli fue la primera persona en publicar una obra acerca de la partida doble a finales del siglo XV. En los templos de Mesopotamia y en el antiguo Egipto, los escribas anotaban las entradas y los gastos debidamente ordenados. El rey Salomón establece un «Tribunal de Cuentas», para que los funcionarios rindieran cuentas anualmente.
Quién sabe si el Neandertal tuvo un problema con las cuentas, si los pictogramas y representaciones del fondo de la cueva, que funcionaba como una especie de «gran bulla» o esfera de barro, no correspondían con lo marcado en el exterior, o las existencias en el exterior, y empezó a dejarse llevar por los deseos, más que por la realidad. No significa que al Sapiens no pueda pasarle lo mismo, puesto que le ha pasado muchas veces en mayor o menor medida o le pasa continuamente. Se debe a que la realidad cambia porque el tiempo avanza y no podemos controlar el tiempo, ni el balance puede ser siempre el mismo. Les sucede a las culturas modernas tanto como aquellas a las que consideramos primitivas por no tener escritura, puesto que utilizan otros símbolos. Es posible que las ceremonias y rituales que realizan los personajes que llamamos chamanes o brujos, tengan el objetivo de cuadrar un balance al que no parece afectarle el humo o los movimientos extraños en su resultado final.
En el retrato de Luca Pacioli de Jacopo dei Barbari, ha sido atribuido también a Leonardo da Vinci. Aparece un rombicuboctaedro suspendido en el aire, medio lleno de agua y caracterizado por un efecto del triple reflejo detallado del Palacio Ducal de Urbino. Es una figura que permite ver el frente y la parte de atrás al mismo tiempo, al ser transparente. Quizá represente simbólicamente la Contabilidad o arte de reflejar diferentes aspectos simultaneamente y quizá capaz con su estructura, de frenar la expansión de la esfera o bulla.
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