Cerca de la ermita de San Saturio en Soria, está la iglesia del antiguo convento de San Polo, cuya construcción se atribuye a la Orden del Temple, aunque no existen fuentes documentales que lo confirmen. La primera noticia del monasterio corresponde a 1270, bajo el reinado de Alfonso X.
Ruinas de un convento de San Polo existen en Salamanca, en el denominado Barrio de los Portugaleses y cerca de la desaparecida Puerta de San Pablo. Alfonso X creó en esta ciudad la primera Universidad con este título en España, en 1254, reconocida por el Papa en 1255. La iglesia de San Polo da nombre a un barrio del centro de la ciudad de Venecia (Italia).
San Polo es San Pablo, pero no corresponde a San Pablo de Tarso, sino a San Pablo de Tebas, considerado el primer eremita que existió. Era un egipcio que lo dejó todo para irse a vivir al desierto. Pablo se alimentaba de pan que le traía un cuervo. Al final de su vida recibió la visita de San Antonio Abad, a quien pidió que le sepultara con la túnica que este último había recibido del obispo de Alejandría, San Atanasio, en una fosa excavada por dos leones.

San Pablo de Tebas y San Antonio Abad, por Diego Velazquez. Museo del Prado
En este Santo se inspira la Orden de San Pablo primer eremita, fundada en Hungría en el siglo XIII. El relicario del cuerpo de San Pablo fue llevado desde Venecia a la ciudad de Buda. Finalmente el relicario de la cabeza, que se encontraba en Bohemia, fue llevado a Hungría.
El convento de San Pablo de Valladolid fue fundado por Violante de Aragón, esposa de Alfonso X e hija de Violante de Hungría y de Jaime I de Aragón. La Orden de San Pablo se extendió por toda Europa en los siglos siguientes y sus conventos continuaron existiendo a pesar de la invasión otomana de Hungría, en 1526, y la destrucción de sus monasterios en territorio húngaro. Hungría quedó dividida y una parte estaba bajo el control de los Habsburgo. Parece ser que eran monjes paulinos los religiosos que acompañaron a Colón en su primer viaje a America.
Hungría se convirtió al Cristianismo bajo el reinado de Esteban I, llamado «el Santo». o «el Grande», (975-1038). En torno a 1018, se estableció una ruta que comunicaba Europa Occidental, desde la Galia e Italia, hasta Constantinopla y Tierra Santa, que se sumaba a la ruta habitual, que era por mar. El patrón de Hungría es San Martín de Tours, extendiéndose su culto a partir del siglo IX. También es patrón de Francia y de los soldados. San Martín era un soldado de la guardia imperial romana. La leyenda dice que vio a un mendigo tiritando de frío y le entregó la mitad de su capa, pues la otra mitad pertenecía al Imperio Romano al que servía.

Esteban en una miniatura de la Crónica Iluminada, siglo XIV
Al adoptar el Cristianismo, el rey tomó el nombre de Esteban, Stephanus en latín, sustituyendo al suyo anterior que era Vajk, de origen pagano. Esteban recibió la corona de consagración del Papa, o de San Pedro, y la aprobación del Emperador, o de la Virgen María, sus santos patronos respectivamente. Aunque fue la voluntad de Dios, para Esteban.

Santa Corona o Corona de San Esteban. Espada y Orbe de Hungria. Foto: Wikipedia
Al igual que su corona, Esteban consideró un símbolo importante el estandarte de su soberanía. Sus primeras monedas llevaban la inscripción «Lancea regis» y representaban un brazo sosteniendo un asta con un estandarte.
En el siglo XI, Esteban fue canonizado durante el reinado de Ladislao I de Hungría (1046-1095). cuando empezaron a extenderse las leyendas sobre hechos milagrosos en su tumba. Cuando se abrió el sarcófago del rey, el cuerpo estaba bien conservado y aromas celestiales confirmaron su santidad. Sin embargo, faltaba la mano derecha del Santo, la cual había sido sustraída cuando fue trasladado de ciudad durante un alzamiento pagano. Tras una búsqueda por todo el reino, la mano apareció finalmente. La llamada «Santa Diestra» es custodiada en la Basílica de San Esteban de Budapest.
Las leyendas relativas a Ladislao I, canonizado como San Ladislao, en los siglos XII y XIII, participan de las características caballerescas típicas desde finales del siglo XII. Durante su reinado fueron anexionadas Croacia y Dalmacia y desempeñó el papel de monarca y religioso, puesto que disponía de asuntos laicos y eclesiásticos.
La dinastía de los reyes húngaros ha sido la que mayor número de santos ha proporcionado a la Cristiandad. En España se extendió el culto a Santa Isabel de Hungría (1201-1231), y por eso se dice que este nombre se hizo muy común. Su culto de adoptó también en territorios germanos, polacos y checos. Santa Isabel pasó a ser patrona de los Caballeros Teutónicos, junto a la Virgen María y San Jorge. Su leyenda es la de una joven que carga con una cesta de pan para los pobres, a escondidas. Al ser descubierta se convierten en rosas.
Santa Margarita de Hungría es otra santa de la dinastía (1242-1270). La Isla Margarita es una isla en medio del Danubio, entre Buda y Pest. Las órdenes militares se establecieron en ella en los siglos XII y XIII. Su nombre se debe a Santa Margarita, al adoptar la vida religiosa y fundar allí un convento. Se la representa como una religiosa que lleva un libro y una flor de lis.

Corona de Esteban y Parlamento de Budapest. Foto: Wikipedia
La Diócesis de Zamora consiguió su propia sede en 1120, siendo elegido obispo Bernardo de Perigord. Aunque las obras de la catedral se inician antes, tradicionalmente se admiten un período entre 1151 y 1174. La construcción se atribuye al obispo Esteban. Estas fechas coinciden con la llegada a España de Riquilda de Polonia, segunda mujer de Alfonso VII, con quien tuvo una hija, Sancha de Castilla. Riquilda era hija del Duque de Polonia y sobrina del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico I Hohenstaufen, llamado Barbarroja. Al morir Alfonso VII, Riquilda se convirtió en condesa consorte de Provenza. Su capital, Perigueux, conserva iglesias del siglo XI, San Esteban y la Catedral de San Front, que antes fue una abadía. Ambas tienen cúpulas de piedra poco habituales en Occidente. Saint Front, españolizado como San Frontis, tiene una única iglesia románica dedicada en Zamora , aunque fue antes un hospital.

«Peromato» se llama a la veleta de la torre de la iglesia románica de San Juan Bautista o San Juan de Puerta Nueva
lAlfonso X era hijo de Fernando III de Castilla «el Santo» y de Beatriz de Suabia, de la familia Hohenstaufen, originaria de Suabia y poseedora de Alemania y Sicilia. Sus orígenes familiares le convirtieron en candidato a al título de Emperador y «Rey de Romanos», que había quedado vacante y que no era hereditario. En 1256 recibía en Soria a una embajada de la República de Pisa, que le apoyaba en su candidatura. Finalmente el título de Emperador recayó en Rodolfo I de Habsburgo.
La llegada de Beatriz de Suabia en 1220, se asocia a la presencia de la Orden Teutónica en España, estableciendo un priorato en Mota del Marqués o Mota de Toro, su anterior nombre. Desde allí se extendió a tierras de Toledo y Sevilla. La Orden Teutónica se creó en Tierra Santa y se instaló en Polonia, con la misión de convertir al Cristianismo a los Países Bálticos.
El monasterio de Mota del Marqués (Valladolid), fue destruido durante la guerra de la Independencia, aunque se conserva la iglesia, donde se encuentra una lápida con el símbolo de la Orden. Hay una leyenda sobre el caballero allí enterrado, «El Caballero de Suabia«, también conocido como «Caballero del cabello». Cuenta la leyenda que era un enamorado de Beatriz de Suabia, de nombre Wolfram, a quien acompañó en su viaje a España desde Alemania, para casarse con Fernando III de Castilla. Wolfram cayó en desgracia ante el Rey por presumir de ser el favorito de la Reina y conservar un mechón de su cabello que ésta le había dado. Por ello se refugió en Mota del Marqués y se cambió de nombre, tomando el de Baraj. Allí permaneció cuando este lugar se convirtió en una ruta de peregrinos entre Santiago y Tierra Santa, que pasaba por Ávila, Toledo y Caravaca de la Cruz (Murcia).
Cuando a Baraj le llegó la hora de fallecer, envió un mensaje a la Reina con su mechón de pelo. La Reina fue a su encuentro, pero al llegar ya había fallecido. Entonces mandó poner una lápida sobre su tumba con la inscripción «Caesar ies equs es». La Reina tenía tanta pena que dejó de comer y falleció también poco tiempo después.
Dicen las malas lenguas que Wolfram era, en realidad, el padre de su primogénito, Alfonso X, y que, éste, desde niño, para que no le llamaran con el apodo de Alfonso «el Suabio», estudio mucho para que le llamaran Alfonso «el Sabio«.
También se dice, que la familia «Baraja», apellido muy frecuente en Mota, procede del tal Baraj, puesto que en este pueblo vivió muchos años escondido. Beatriz de Suabia murió en Toro (Zamora), en 1235.

La Gobierna, el otro personaje zamorano. Estaba en la torre que guardaba el Puente de Piedra que daba acceso a la entrada por el sur de la muralla. Escultura de Antonio Pedrero
Las reliquias de San Ildefonso de Toledo fueron encontradas en la iglesia de San Pedro de Zamora en el siglo XIII, cuando se realizaban unas obras de reforma. La representación más conocida de este Santo corresponde a la imposición de la casulla por la Virgen María. Las reliquias de San Atilano fueron encontradas en el siglo XVI. La fachada de esta iglesia tiene dos escudos, cuyos motivos se han incorporado al escudo de la ciudad de Zamora. Las aguas de un río bajo un puente, que puede interpretarse como gentes que pasan o llegan a Zamora, y un brazo con armadura que sostiene un estandarte.
El pasado está compuesto por muchas capas. El futuro es el pasado al que se le añaden capas.
Foto destacada: catedralescatolicas.com
Leyendas de la Mota del Marques http://leyendas-de-la-mota-del-marques.blogspot.com.es
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