En las representaciones cristianas una rama es atributo de los mártires. Al igual que en la Antigüedad, parece ser un símbolo de inmortalidad. La palabra «mártir» se dice que viene del griego y que su significado es «testigo». «Mártir» puede proceder del dios romano Marte, Mars en latín.

El templo de Marte en el Foro de Augusto, construido entre el 27 y 30 a.C., fue dedicado a Mars Ultor, que se traduce como «Marte el Vengador». para conmemorar la victoria sobre los asesinos de César. Las imágenes de las monedas augusteas acuñadas en Hispania representan una especie de santuario interior donde se colocó, además de la estatua de Marte, los estandartes perdidos por Craso en la derrota del ejército romano ante los partos, en el 53 a.C., que fueron recuperados por Augusto, además de la espada de Julio César. Es posible que en los primeros tiempos del Cristianismo, el culto a las reliquias se entendiera como un homenaje similar al que se hizo a Julio César, que fue asesinado y después se le rindió culto.

Templo de «Mars Ultor» en el Foro de Augusto de Roma. Foto: Wikipedia

El culto a Marte en Roma era muy importante. La Triada Capitolina estaba formada por Júpiter, Marte y el dios Jano, en una primera época. Después éste último fue sustituido por Quirino, que era el dios que representaba al Estado. Marte es el dios de la guerra, pero es un dios ambivalente que también es dios de la agricultura, de la fuerza viril y de la regeneración. Formaba pareja con la diosa Venus y era considerado el padre de Rómulo y de los romanos.

Quirino puede considerarse una faceta del dios Marte. El Quirinal es el nombre de una de las siete colinas de Roma y «quirites» fue el nombre dado a los ciudadanos de la primitiva Roma. En principio tenía connotaciones militares, después se aplicó a los romanos en asuntos domésticos y acabó siendo un término con un matiz peyorativo.

La leyenda del nacimiento de Marte cuenta que Juno huyó del Olimpo, enfadada por el nacimiento de la diosa de la sabiduría, y se refugió en el templo de la diosa Flora.Ésta le dijo que cogiese una flor de sus campos. La flor más bella era en realidad Júpiter disfrazado. Al cogerla en su regazo nació el dios de la guerra, Marte.

La colonia romana de Emérita Augusta fue fundada por orden de Octavio Augusto en el 25 a.C. para servir de retiro a los veteranos, «eméritos» de las legiones V Alaudae y X Gémina.

La legio V Alaudae o «Gallica», fue creada en el 52 a.C. por Julio César con nativos galos de la Galia Transalpina. Su alias «Alaudae», se debe a la alta cresta de sus cascos, típicos galos. La X Gémina fue reclutada en el Norte de Italia y desempeñó un importante papel en la conquista de la Galia por Julio César. Estas legiones fueron enviadas a Hispania por Augusto para participar en las guerras contra cántabros, astures y galaicos. Después proporcionaron personal para la construcción y para la explotación de las minas. Augusto llegó a Hispania en el 27 a.C. Quién sabe si trajo consigo la espada de Julio César, para animar a los soldados de las legiones en esta difícil guerra.

 

Denario de Augusto acuñado en Colonia Patricia, actual Córdoba. Foto: Ars Classica

Emérita Augusta fue capital del Reino Visigodo. Tras el dominio musulmán, fue reconquistada en 1230 por Alfonso IX y pasó a convertirse en sede del Priorato de San Marcos de León de la Orden de Santiago. Fue la sede episcopal más antigua de Hispania, pero no se repuso una vez reconquistada, por la oposición de los obispos de Santiago de Compostela. La Orden de Santiago surge en Cáceres, a partir de la Orden de los Fratres de Cáceres (1138), conocidos como «Caballeros de la espada«. La conversión en Orden de Santiago se realiza a cambio de no reclamar el arzobispado para Mérida. La cruz, símbolo de la Orden, es una espada flordelisada.

La Iglesia de Santa Eulalia fue el primer templo cristiano erigido en Hispania, tras la Pax de Constantino. Posiblemente era un «martyrium«, una pequeña edificación que albergaba las reliquias o el sepulcro del mártir. Solían ser circulares y tener una zona excavada junto al altar. Mérida se convirtió en un lugar de peregrinación y el  culto a Santa Eulalia se extendió por el Norte Peninsular.  La basílica de Santa Eulalia fue construida en el siglo XIII por la Orden de Santiago y hasta el siglo XX formó parte del Patrimonio Petri, es decir patrimonio de la Santa Sede.

La capilla u «Hornito» de Santa Eulalia está en la entrada del templo y parece ser el lugar donde los peregrinos oraban a la Santa. En el siglo XVIII se aprovechan los restos de un templo dedicado a Marte, añadiendo una cornisa barroca. La inscripción del templo romano, «Marti Sacrum Vettilla Paculi». tradicionalmente se ha traducido como «dedicado a Marte por Vettilla, esposa de Páculo». Esta traducción no tiene sentido. Incluso en las lápidas funerarias más sencillas se indica el praenomen, nomen y cognomen. Si se menciona a la esposa aparece la palabra «uxor».

Hornito de Santa Eulalia en Mérida (Badajoz). Foto: Flickr dP Iberia-Hispania

 

El templo de Marte en una colonia de veteranos del ejército tuvo que ser muy importante. La palabra «ultor» se ha traducido como vengador, pero no está claro este significado. «Ul» está en palabras como «ultra», «último»… Parece hacer referencia al «más allá». «Tor»  puede ser una antigua palabra celta que significa «colina» y podría hacer referencia a un túmulo funerario.

En los ritos funerarios romanos se practicaba la inhumación y la incineración. Los manes eran los antepasados de la familia a los que había que rendir culto. Un «columbario» es un monumento funerario (del latín «columba» o paloma). Su nombre se debe a los «loculi», espacios destinados  cada una de las urnas cinerarias, semejantes a los nidos de las palomas en los palomares. Surgen en Roma a mediados del siglo I a.C. como enterramientos colectivos pertenecientes a corporaciones funerarias. Por la expansión del Imperio y la continua movilización de gentes, fue frecuente la asociación de individuos, en su mayoría libertos o esclavos, en colegios funerarios, «»collegia», que les asegurase unos funerales dignos y el mantenimiento de los ritos. Esta necesidad se produjo en una colonia de veteranos del ejército, como fue Emérita Augusta, puesto que eran gentes procedentes de otros puntos del Imperio.

Trofeo de Adamclisi en Rumanía, erigido por Trajano 109 a.C. junto a un mausoleo y altar dedicado a los soldados muertos. Foto: Wikipedia

La leyenda de Santa Eulalia, que muere y surge una paloma que sube al cielo, así como la historia del hornito, donde es quemado su cuerpo, parece un recuerdo de que en este lugar, donde se encontraba la basílica, o cerca de allí, se realizaron rituales funerarios en época romana. Estos lugares eran considerados sagrados. La inscripción dedicada a Marte «Marti Sacrum», puede referirse a ese lugar. En cuanto a las otras palabras, «Vettilla Paculi», «Paculi» se puede referir a una capilla o a los cubículos donde se encontraban las urnas. «Vettilla» podría ser una antorcha o un fuego encendido que debía mantenerse como homenaje a los difuntos.

En Pompeya, la Casa de los Vetti toma este nombre de las inscripciones de dos sellos encontrados en la misma con los nombres de dos libertos, que tienen «vetti» como nomen. Parece que se refiere a su condición de libertos o esclavos y que quizá sirvieron en el ejército. La palabra «veterans»en latín,  empieza por «vet». La provincia romana de la Bética en Hispania puede deber su nombre a ser un lugar donde se instalaron los veteranos de las legiones. El río Betis, actual Guadalquivir, fue la vía de entrada de soldados y veteranos que se desplazaban hacia la Lusitania y el Norte de la Península.

La leyenda de Santa Eulalia menciona diferentes lugares que fueron escenario de los suplicios que padeció. En la Basilica, la capilla de San Martín fue la cárcel donde estuvo encerrada. El nombre de San Martín parece estar relacionado con el dios Marte, puesto que es el patrón de los soldados. «Marte Gladius» o Marte soldado, tiene una capa como atributo.

El nombre de Eulalia tiene «ul», que parece indicar un «más allá». Otras versiones de su nombre son «Olalla», que parece significar «gente de más allá», y en Galicia, Santa Baia, que parece hacer referencia a la llegada de gente, por los topónimos «Baiona» en Galicia  o «Bayona» en el Sur de Francia. Incluso se puede relacionar con la palabra «bahía» en castellano y hacer referencia a la llegada a la costa de gente o mercancías. «Bye» , que se lee «bai» en inglés, siginifica «adios» y «bai» en vasco es «si». Podemos imaginarnos que los barcos llegaban a la costa y se decía «bai» a los que se quedaban y los que estaban esperando también decían «bai». «Bay es un «va ahí» o un «ahí va» en castellano.

También podemos imaginar que, a quienes atravesaban los Pirineos hacia el Norte o hacia el Sur, se les podía decir «adios» para no volver. La torre-trofeo del Monte Urkulu (Navarra), en el Pirineo Occidental se alzaba sobre la calzada que unía Burdeos con Astorga. Pudo ser construida en tiempos del Emperador Augusto. Existe una leyenda que tiene como escenario esta torre. La torre es la tumba que el poderoso Hércules construyó para enterrar a su amante Pirene. En los gritos desolados del héroe nombrando a su amada, está el origen del nombre de la cordillera.

Torre-trofeo del Monte Urkulu (Navarra). Foto: Wikipedia

Santa Eulalia es también patrona de Barcelona, aunque su atributo es una cruz de San Andrés y una estaca.  El culto a la pareja de santos Quirico y Julita es antiguo. En Cataluña hay conventos dedicados en el siglo X. Estos nombres pueden estar relacionados con soldados o tropas que se desplazaban entre Italia y España. Quirico es un niño y Julita es su madre. Puede referirse a un soldado y su espada, por lo de «Julita». Es indudable que ha habido muchos mártires en la Historia, pero las gentes tienen devoción por algo que conocen o que puede relacionarse con algún aspecto de sus vidas.

«Campo de Marte» se llamaba a un espacio junto a las murallas donde los ejércitos esperaban antes de entrar en la ciudad. Este nombre para referirse a los lugares donde se concentraban las tropas, se siguió utilizando en siglos pasados, sobre todo de forma retórica o literaria. Los ejércitos necesitaban, lógicamente, grandes espacios y territorios donde concentrarse, abastecerse y desplazarse en todas las épocas. El destino de muchos, como parece representar el frontal de altar de la Iglesia de Santa María del Castillo de Olmedo (Valladolid), fue el ejército o la construcción.

Quizá el cuento del «Gallo Quirico«, que se comió la lombriz y se manchó el pico y que iba a la boda del Tío Perico, sea un recuerdo de aquellos soldados que se desplazaban por Europa, para estar presentes en todas las batallas.

 

Frontal de altar de la Iglesia de Santa María del Castillo en Olmedo

 

 

Foto destacada: ciudadanonoodles.blogspot

Artículos de la Wikipedia

El mundo funerario romano, tarraconensis.blogspot

Torre de Urkullu, arqueologianavarra.blogspot