El epicureísmo fue una doctrina filosófica del siglo II a.C. basada en las enseñanzas de Epicuro de Samos, quien fundó una escuela llamada «El Jardín». Epicuro fue atomista, siguiendo las ideas de Demócrito, y desde el materialismo criticó la superstición y la creencia en la intervención divina. El mayor bien consistía en la búsqueda del placer, entendido como la ausencia de dolor que aportara tranquilidad y liberación del miedo, de la paz mental y de las virtudes. La defensa de la vida simple diferencia su doctrina del hedonismo. En el Jardín eran aceptadas gentes de toda condición, incluyendo a las mujeres y a los esclavos.

Epicuro intentó sustituir las creencias y las supersticiones por el estudio de la naturaleza, afirmando que sólo existen átomos y vacío, ambos infinitos , y que el universo no tiene límites. Puesto que el vacío y los átomos son infinitos, defiende la existencia de otros mundos y que la Tierra no ocupa un lugar central en el universo. En contra del determinismo, admite un «libre albedrío» como resultado del movimiento de los átomos. Sus explicaciones de los fenómenos naturales fueron naturalistas y mecanicistas, debiendo basarse el conocimiento en la experiencia empírica.

Como prueba de la infinitud del universo, propone una prueba mental: «Si se lanza una jabalina al límite del universo, esta debe atravesar el borde, en cuyo caso no es realmente un límite, o debe ser bloqueada por algo que impida que continúe su camino. Entonces el objeto que lo bloquea debe estar fuera de los confines del universo». Epicuro no niega la existencia de los dioses, sino que niega su participación en el mundo, puesto que no interfieren en la vida humana ni en el resto del universo. Los dioses son seres perfectos, pero separados e inmóviles, que viven en las regiones remotas del espacio interestelar. Como consecuencia de su visión atomista, la Tierra debe ser necesariamente plana.

L’Atmosphere. Météreologie Populaire, 1888, por Camile Flammarion. Aparece en el capítulo titulado «Los fenómenos ópticos del aire». El dibujo podría representar la atmósfera o una experiencia psicodélica.

El tiempo no existe por sí mismo, a diferencia del espacio, cuya existencia es independiente de la materia y el movimiento. El tiempo queda excluido del concepto de átomo, es decir, del mundo de la esencia, pero sí existe como un accidente de nuestra imaginación. Los accidentes son los cambios de sustancia, en general. El tiempo debe tomarse de la experiencia directa, y asociarlo a los días y a las noches, al movimiento y al reposo, reconociendo el tiempo como un accidente particular de las cosas.

En su opinión: «el ser humano es un conjunto compuesto de átomos. Incluso el alma humana está compuesta por átomos más sutiles que los que forman el cuerpo, pero no por ello deja de ser alma material. Debido a ello, cuando el cuerpo muere, el alma muere con él». En cuanto al origen de la civilización, el epicureismo propuso una evolución pre-darwiniana, sin ninguna intervención sobrenatural. Según el poeta Lucrecio (siglo I a.C.), seguidor del epicureismo, la historia de la civilización se resume como un intento de manejar nuestro deseos, porque en cada avance se reemplaza un dolor por otro. Define el concepto de «progreso» como el crecimiento de un ser humano individual, por ello es pesimista sobre el progreso de la civilización, puesto que «cada avance elimina una fuente de dolor para reemplazarla por otra». Las enseñanzas de Epicuro tienen como fin enseñar a manejar los deseos, de manera que se pueda disfrutar de su satisfacción genuina y duradera.

Epicuro estableció la costumbre de celebrar su cumpleaños con comidas en comunidad y después de su muerte continuó esta tradición conmemorativa, un día de cada mes, convirtiéndose en un «culto al héroe«. Las comunidades epicúreas se referían a Epicuro como «Soter» ,es decir, su «salvador». La influencia de Epicuro fue menor frente al neoplatonismo, pero se recupera en la Ilustración y en el pensamiento contemporáneo.

Fotograma de la película «2001 Odisea en el espacio»

El tema de la película «2001 Odisea en el espacio» parece ser el origen y evolución del hombre, desde una perspectiva platónica o neoplatónica, puesto que el tiempo, lo que Epicuro considera un «accidente» es una realidad, material o de otro tipo, que incluso hace acto de presencia en forma de monolito, con una forma que, desde nuestro punto de vista, recuerda a una puerta, física y metafóricamente. Como sucede en el neoplatonismo, se invierten los términos. El monolito parece marcar un hito temporal, que podría ser un punto de partida, en este caso de la evolución del hombre. Al contrario de Epicuro, el espacio y la materia (los átomos), son accidentes. La concepción del tiempo es un «eterno retorno«, que correspondería con un universo cíclico, idea que el estoicismo toma de la filosofía oriental. Aunque más bien parece corresponder a un movimiento de ida y vuelta que recuerda al neoplatonismo, es decir, un movimiento de expansión y contracción.

En la mitología recuerda al dios griego Crono o Chronos, dios del tiempo, casado con la diosa Ananké (la inevitabilidad), o Saturno en la mitología romana, padre de Zeus o Júpiter, conocido porque devora a sus hijos y luego los vomita. Crono, dios con forma de serpiente de tres cabezas, que representa el tiempo abstracto, se entrelazó con Anaké en una espiral en torno al huevo primigenio y lo separa, formando el universo ordenado de la tierra, el mar y el cielo. La piedra que escupe Cronos es el ónfalos, dejada por Zeus, o Júpiter, en el centro u ombligo del mundo, por lo que el monolito de la película podría marcar un hito temporal pero también de lugar. Cronos permaneció como un dios remoto del tiempo que rodeaba el universo, conduciendo la rotación de los cielos y el eterno paso del tiempo. Se representa con la forma de un hombre anciano con barba y largos cabellos blancos, parecido al dios Zeus.

La película parece adaptarse a la visión del mundo de Aristóteles para quien «el primer motor» es inmóvil, por tanto, está fuera de la naturaleza. No tiene materia y es pura actividad». El Cristianismo identifica el primer motor inmóvil con Dios y así es representado en la iconografía medieval. En la película se sobreentiende un primer motor inmóvil, que puede ser Dios, una visión contraria al epicureismo, que considera que los dioses no intervienen en la vida del hombre ni en el universo. La película empieza con una imagen de la luna, un amanecer o aparición de la tierra y finalmente el sol en el horizonte, como si fuera un movimiento de menor a mayor, o como si fueran las tres cabezas de Cronos, que en la mitología son de hombre, de toro y de león. Representa el tiempo humano, que tiene como referencia el sol y la luna.

En ese tiempo humano de la prehistoria, aparece el monolito, en lugar y momento indeterminado, sin que se explique cómo ha llegado allí. Parece que los simios, por influencia del monolito, empiezan a experimentar cambios en su comportamiento y en su actitud. Parece como si en la mente de uno de los simios se despertara un nuevo entendimiento, que le otorga nuevas habilidades, como si su presencia le hubiera hecho evolucionar. El simio aprende a utilizar un hueso como arma, lo que le permite enfrentarse a sus enemigos, competidores por los recursos, y le permite matar animales para alimentarse. La escena acaba cuando el simio lanza el hueso hacia arriba, después de matar a un rival, como si ya no tuviera utilidad, precisamente porque se da cuenta de que el hueso era un arma frente a su enemigo, pero vuelve a convertirse en un simple hueso cuando termina la lucha, puesto que cambia el contexto o la situación. Suponemos que el hueso será solo un hueso hasta la próxima vez que vuelva a empuñar un arma, visto el resultado. Es entonces cuando se produce la elipsis temporal, convirtiéndose el hueso en una nave espacial.

La historia se desarrollo en el año 2001, una fecha que se supone que el hombre ha llegado a la luna y ha construido bases lunares y naves espaciales. En la luna se ha producido el hallazgo de un segundo monolito que emite señales y que nadie puede determinar su procedencia o explicar su presencia. Según se cuenta después, emite señales hacia Júpiter, por ello se organiza una misión con destino a ese lugar. La expedición está equipada con un computador muy avanzado, una inteligencia artificial que comienza a actuar por su cuenta durante el viaje y que pretende matar a todos los tripulantes al sentirse amenazado. Suponemos que una «inteligencia» hecha a imagen del hombre, aprenderá también la incongruencia de la mente humana en todos los procesos, además de sus comportamientos, motivados por la envidia, los celos, el miedo, el resentimiento, etc. por lo que, a pesar de sus capacidades, el computador, que responde al nombre de HAL se vuelve «loco». Otra computador gemelo permanece en la Tierra, por lo que pudiera ser que corriera la misma suerte.

Capilla de los Magos. Palacio Medici. Autorretrato de Benozzo Gozzoli (1421-1497)

Hay que tener en cuenta que la película se estrenó en 1968, años de la Guerra Fría, en los que se temía un enfrentamiento con armas nucleares entre las potencias. Al principio de la película se ven satélites espaciales con banderas de varios países. Una posible interpretación es que el computador en la Tierra se hubiera vuelto loco también y que hubiera hecho estallar las bombas nucleares, borrando a la humanidad de la faz de la Tierra, al tiempo que la nave espacial viajaba a Júpiter, a millones de kilómetros de distancia. El tripulante de la nave se convertiría en el único superviviente, representante de la humanidad. Entonces el monolito sería un salvador de la humanidad, una segunda oportunidad dada por el Tiempo, que embarca al tripulante en un viaje hacia el pasado, para volver a la Tierra y empezar de nuevo en un tiempo prehistórico. El protagonista después de un viaje, de regreso a la Tierra, que ha sido destruida, llega a una habitación que parece una imitación de algo real, o hecha a partir de su memoria, y se encuentra con un anciano, que es el mismo pero envejecido y que parece que lo estaba esperando. Después el anciano es sustituido por él mismo en otra edad, moribundo y a punto de morir. En ese momento aparece el monolito, como si fuera a marcar otro hito. Después aparece como un embrión, un niño que va a nacer, siendo lo mismo lo que le va a pasar a la humanidad. El hombre superviviente va hacia atrás en el tiempo, retrocediendo hasta sus antepasados más remotos, hasta llegar al primer individuo o pequeño grupo de individuos de los que procede toda la humanidad.

Viaje de los Magos. Palacio Medici. Benozzo Gozzoli

Que el simio sea capaz de realizar un desdoblamiento y convertir el hueso en un arma, no significa que se haya convertido en platónico o neoplatónico, puesto que el hueso sigue siendo un hueso y esa es su esencia material, sea su uso el que sea. Además el simio parece comprenderlo perfectamente al tirar el hueso que ya no tiene utilidad para él en ese momento. Cuando vuelva a necesitarlo, cogerá otro cualquiera, porque hay muchos a su alrededor. Sin embargo, en algún momento, los huesos pueden no estar disponibles con tanta facilidad. Entonces posiblemente cogerá un palo o una piedra. En algún momento verá la necesidad de conservar el hueso o el palo por si surge una necesidad y no tiene objetos disponibles. Empezaría a valorar el objeto, puesto que lo conserva y puesto que lo conserva, empezará a seleccionar los objetos en función de su mayor eficacia. Podemos decir que el simio sigue un proceso evolutivo.

Sin embargo, la «inteligencia artificial» no puede alcanzar ni remotamente el razonamiento del simio, puesto que no vive ni actúa en un contexto o en una situación que es pasado, presente y futuro al mismo tiempo. Tiene grandes cantidades de datos del pasado que puede procesar, pero siempre son el pasado, el contexto y las situaciones son externas, lo que convierte a un objeto o esencia en múltiples objetos o categorías, incluso impensables hasta ese momento, en función de las múltiples interacciones de la realidad que se dan en un momento presente, pero que pueden no volver a darse nunca y crearse otras nuevas. Algo similar a la explicación de Epicuro y el movimiento de los átomos y el libre albedrío.

El nombre de «inteligencia artificial» es una falsedad, puesto que sería más correcto «herramienta inteligente«, porque esencialmente no difiere de las máquinas herramientas del siglo XIX. Realizan una función más efectiva cuanto más cerrado, concreto y limitado es el problema a resolver, procesando muchos datos. Aunque en realidad no resuelve problemas, hace cálculos y da los resultados. Incluso se dice que «hay que hacer la pregunta correcta», lo cual es una manipulación, puesto que saber de antemano cuál es la pregunta correcta es porque ya sabes cuál es la respuesta correcta y entonces el proceso se convierte en un teatro. Las matemáticas, que consisten en el uso de un lenguaje, tendrán una herramienta muy útil, sin duda, o cualquier proceso técnico o mecánico, puesto que nunca deja de ser un proceso técnico y mecánico.

La persistencia de la memoria. Salvador Dalí.

Agustín de Hipona (354-430 d.C.), influido por el neoplatonismo, separa el mundo de Dios, que es eterno, perfecto e inmutable, del mundo de la creación, dominado por la materia, el paso del tiempo y, por tanto, inmutable. Dios creó el mundo a la par que el tiempo, deduciendo de ello que tiene un principio, un discurrir en el tiempo y un fin. Dios está fuera del tiempo, mientras los seres humanos son temporales. Sin embargo, aunque acepta que el tiempo es duración, rechaza la identificación de tiempo y movimiento de Aristóteles, puesto que no admite que la duración se identifique con un movimiento espacial. Para Agustín la duración tiene lugar en nuestro interior y nuestra capacidad para prever, ver y recordar. La sede del tiempo y su duración es el espíritu, haciéndose efectiva la sensación de duración: «Tres son los tiempos, presente de las cosas pasadas, presente de las cosas presentes, y presente de las cosas futuras». Estas tres presencias tienen algún ser en mi alma y solamente las veo y las percibo en ella». La percepción del mundo puede conducir a error, por lo que el camino a la certeza es interioridad, por un proceso de iluminación para encontrarse con las verdades eternas, ideas eternas que están en Dios.

Desintegración de la persistencia de la memoria. Salvador Dalí

El rechazo de la percepción del mundo para buscar la verdad en la interiorización, es una idea del neoplatonismo que dará lugar a la huída del mundo. Desde el siglo III, surge la figura del eremita en Egipto, o anacoreta en oriente, que elige vivir aislado en el desierto, manteniéndose apartado de la sociedad por motivos religiosos o filosóficos. En el cristianismo tiene como fin alcanzar una relación más perfecta con Dios, dando lugar al monaquismo o formación de comunidades con estos mismos propósitos y forma de vida. Agustín intenta conciliar razón y fe, resumiendo su doctrina en la frase » Cree para comprender» y «comprende para creer». Desde la política, la «ciudad de Dios» es el ideal al que se encamina la humanidad, es decir, la «ciudad terrenal», desde la creación, por ello defiende un modelo teocrático, estando el Estado bajo la influencia de la Iglesia.

San Agustín abandona la ciudad de Milán. Después de ser bautizado, regresa a África, para hacer allí vida monacal. Benozzo Gozzoli

El efecto que puede tener el desdoblamiento y la inversión de significados desde un punto de vista filosófico es la regresión, la limitación, incluso una especie de dialéctica en ese desdoblamiento, o un enfrentamiento. Si se desdobla la inteligencia en artificial y humana se crea un debate sobre la superioridad de una sobre otra totalmente artificial. Nadie ha tenido la ocurrencia en el pasado de decir que un coche es superior al hombre porque corre más, o una lavadora porque lava más o una calculadora porque calcula más, sin embargo sí que se habla de esa «inteligencia artificial» en términos de competencia con el hombre, en vez de considerarla una herramienta.

El problema de confundir las categorías es precisamente el enfrentamiento en un plano de igualdad, porque de la misma manera que se intenta que la computadora se parezca a al hombre, puedes obligar a que el hombre limite los procesos al funcionamiento de la maquina. Estaríamos entonces ante una falta de utilidad, es decir, una separación de la realidad, pero que se justifica en sí misma en un supuesto progreso, no en su finalidad. También parece hacer falta la inversión de los términos y convertir observaciones en principios, lo cual acaba con cualquier pensamiento científico. Si aceptas como principio o concepto científico términos que que sirven para describir una realidad de forma muy general, como diversidad o desigualdad, realmente es como no decir nada. Desigualdad puede haber en múltiples contextos y por múltiples causas y la realidad puede ser muy diferente. Lo normal sería analizar las causas y el contexto o las consecuencias. En realidad, son términos de los que se debería prescindir en un análisis científico, porque no aportan nada.

El enigma del deseo, 1929. Salvador Dalí. Homenaje a su madre fallecida. Dalí tenía dieciséis años y su muerte fue, según sus palabras, «el golpe más fuerte que he recibido en mi vida», «el ser con quien contaba para hacer invisibles las inevitables manchas de mi alma». El cuadro representa los vacíos de su alma y lo poco que tiene para llenarlos. En la mitad de los huecos está escrito «ma mere».El árbol caído representa a la madre muerta y en el fruto, que parece una alubia, se representa a sí mismo, en soledad.

Agustín de Hipona (Tagaste, 354-430 d.C.), se dedicó en su juventud al estudio de la filosofía, aunque en su libro «Confesiones» refiere esta época admitiendo que se dejaba llevar por sus pasiones: «Vine a Cartago y caí en una caldera hirviente de amores pecaminosos». Su madre, era cristiana. Agustín se llamará a sí mismo años después: «hijo de las lágrimas de su madre». «Tuvo un hijo, al que llamó Adeodato«, con una mujer con la que convivió trece o catorce años, pero sin contraer matrimonio. A este hijo se refirió alguna vez como «hijo del pecado», «nacido carnalmente de mí y de mi pecado». A la edad de treinta años, en 383, partió a Roma. Según cuenta, su madre, Mónica, quiso acompañarlo, pero Agustín la engañó y la dejó en tierra. Posteriormente, viaja a Italia para estar con su hijo, procediendo a buscarle esposa, sin embargo, Agustín decide vivir en ascesis. Su madre le acompañaría durante el tiempo que vivió en Italia. En 387 embarca de nuevo para regresar a Africa, pero Mónica muere en Ostia, el puerto de Roma. La mujer, madre de Adeodato, de la que se omite el nombre, y su hijo, viajan con él a Roma y Milán.

En el libro «De la vida feliz«, escrito a los treinta y dos años, Agustín explica su ideal de vida. Dedica el libro a Teodoro, «mostrándole de qué tempestades se libró refugiándose en el puerto de la filosofía cristiana. «A este mundo nos ha arrojado, cual a proceloso mar, Dios o la naturaleza, o la necesidad o nuestra voluntad o la combinación de estas causas. ¡Cuántos sabrían a donde dirigirse cada cual o por dónde han de volver, si de cuando en cuando alguna tempestad, que a los insensatos paréceles revés, contra su voluntad y corriente, en medio de su ignorancia y extravío, no los arrojase en la playa por la que tanto anhelan. «¿Qué gracia más favorable se puede desear para ellos que algún revés y contrariedad para que, arrojados por ellas, busquen la evasión ?». «Reviente una fiera tempestad, soplen vientos contrarios que los vuelvan, aún con dolor y gemidos, a los gozos sólidos y seguros», «a la tierra firme de la vida feliz».

El barco. Salvador Dalí

Parece ser que Adeodato falleció después de su bautismo, sin que se conozcan las circunstancias.Tampoco se conoce el destino de la madre, aunque se dice que regresó a Cartago y que ingresó en un monasterio. Agustín hizo aparecer a Adeodato como uno de los protagonistas en su diálogo «De Magistro» y le atribuye esta frase: «Si hay algo de verdadero, sólo puede enseñarlo aquel que, cuando exteriormente hablaba, nos advirtió que él habita dentro de nosotros». Quizá decidió embarcarse, aunque «su padre le dijera a menudo de chico, que la vida del marinero es dura y la comida es siempre mala». Se embarcó en un barco de guerra y se dio cuenta de que un marinero no era un marinero. «No tires de las cuerdas, no te subas al mástil. Si ves un barco de vela, podría ser el último, sólo prepárate para bajar a tierra».

El espectro del sex-appeal, 1934. Salvador Dalí. Representa a Dalí niño, vestido de marinero y la figura de un monstruo que representa el deseo sexual. Según Dalí, las muletas representan la muerte, pero también la resurrección.

La leyenda medieval del encuentro con un niño junto al mar, tiene como protagonista a un teólogo, que se identificó con San Agustín. Se cuenta que paseaba por la playa mientras daba vueltas a cuestiones como la realidad de Dios, una de ellas la Trinidad: padre, hijo y Espíritu Santo. De pronto se encontró con un niño que jugaba en la arena. El niño llenaba un cubo de agua y lo vaciaba en un hoyo, haciendo lo mismo una y otra vez. Al preguntarle qué era lo que hacía, el niño responde que iba a poner todo el agua del mar en un hoyo. San Agustin le dice que eso es imposible, a lo que el niño responde que «más difícil es que tu llegues a entender el misterio de la Santisima Trinidad».

Dalí a la edad de seis años, cuando pensaba que era una niña, levantando la piel del agua para ver a un perro durmiendo, a la sombra de las rocas

Para San Agustín la dialéctica es el procedimiento de la razón, que toma de Platón y del neoplatonismo, una forma de razonar y argumentar. En el siglo XVIII adquiere un nuevo significado en la teoría de los contrapuestos en las cosas o en los conceptos. En el conflicto surgen nuevos conceptos, según la «Fenomenología del espíritu» de Hegel. Los conceptos que surgen entran en conflicto con la realidad, creando nuevos conceptos. Explica el cambio manteniendo la identidad de cada elemento. Karl Marx se considera materialista y seguidor de Aristóteles, pero su método, basado en la dialéctica, es neoplatónico. Explica el movimiento y la Historia mediante la división y el enfrentamiento. Su visión se acerca al neoplatonismo de Porfirio, porque divide «el ser» aristotélico, mediante un desdoblamiento y confunde el ser con las categorías. Aunque no se utiliza el término neoplatónico para referirse al Arte, el procedimiento de Dalí para realizar su obra es una especie de dialéctica, que llamó «método paranoico-crítico«. Se define como un «método de conocimiento irracional basado en la objetividad crítica y sistemática de las asociaciones e interpretaciones de fenómenos delirantes».

Camino a Mordor, Frodo se queda mirando, por un momento, el fondo de las aguas inmóviles y tranquilas de la ciénaga de los muertos. Fotograma de la película «El señor de los anillos»

La revolución industrial provocó la desaparición de la sociedad estamental y de la esclavitud, aunque supuso una nueva forma de explotación asociado al trabajo asalariado. Sin embargo, esta situación no era inamovible como la sociedad dividida en estamentos, puesto que las condiciones de vida mejoraron y en casi doscientos años ha evolucionado hacia lo que se ha llamado «sociedad del bienestar«, financiado por el sistema capitalista y el liberalismo económico. El capitalismo existía en la Edad Media, pero el acceso a la financiación y al dinero estaba limitado a los estamentos privilegiados de la sociedad, excluyendo a siervos y esclavos del derecho a la propiedad. Si el Fuero Real de Alfonso X puede servir para ilustrar una sociedad medieval, veremos que las ciudades crecen y el monarca pretende un poder centralizado frente a la nobleza tradicional. A los caballeros de las ciudades se les otorga cargos públicos y privilegios, que a su vez reparten estas «franquicias» entre sus «paniaguados», a cambio de la fidelidad al monarca. Por otra parte habitan las ciudades los «pecheros», que pagan los impuestos , y los esclavos. Tanto la nobleza tradicional, de la que dependen sus siervos y vasallos, como los caballeros de las ciudades, contribuyen con sus mesnadas, a engrosar la huestes del rey. A pesar de las conquistas y la expansión territorial, este sistema siempre fue deficitario y la economía era lastrada por el endeudamiento y la inflación constante, que sufrían y padecían quienes pagaban impuestos.

El enigma de Hitler, 1939. Salvador Dalí. Parece representar la ausencia de comunicación, puesto que se trata de una imposición o «triunfo de la voluntad» y no hay una comunicación recíproca. No se puede decir nada, lo que se oye, o las explicaciones que se dan, son inciertas e inquietantes y sólo Hitler está en el plato

Si el marxismo se basa en la visión del mundo geocéntrica de Aristóteles, pretende una sociedad inmóvil, un mundo cerrado y limitado, en el que el movimiento se debe a la dialéctica entre las partes. Entiende la economía como un problema de reparto de los bienes en un sistema cerrado. Si la sociedad fuera un líquido, se repartiría de forma uniforme convirtiéndose en una superficie plana, sin desigualdades, inmóvil, en una suma cero, que se corresponde con ese final utópico de igualdad, que es el ideal marxista. El marxismo pretendía acabar con la burguesía y, por tanto, lo que pretendía era una vuelta al pasado y recuperar en la práctica una sociedad medieval, puesto que no hay opción en una visión geocéntrica, dividida en una clase alta, a la que llama superestructura y una clase baja o estructura que depende de la base material. El cambio y el progreso llegan a un punto final de igualdad e inmovilidad, puesto que el motor de la historia es la dialéctica o lucha entre las partes. Entonces, si se llega al límite, la única manera de avanzar es retroceder, mirar al pasado, crear nuevas divisiones dentro de la sociedad o dentro de uno mismo y crear conflictos.

«Construcción blanda con judías hervidas» o «Premonición de la Guerra Civil, 1936. Salvador Dalí. Representa un monstruo amorfo estrangulando sus carnes, haciéndose daño a sí mismo.

Si comparásemos la Constitución española de 1978 con la primera Constitución española, de 1812, veríamos que esta ultima resulta más avanzada, a pesar de remontarnos más de ciento cincuenta años atrás, y clara, en los conceptos y en los argumentos, desde el preámbulo y en sus primeros artículos. No hay ninguna duda sobre el concepto de nación, puesto que los españoles son la nación, los españoles libres que han nacido y viven en los territorios españoles de los dos hemisferios, (hay que señalar que, aunque las Cortes de Cádiz hicieron un primer intento, la esclavitud queda abolida oficialmente en España en 1886). El Preámbulo de 1812, atribuye la redacción de la Constitución a las Cortes extraordinarias constituidas y explica la situación de un rey, Fernando VII, en el exilio. El Capítulo primero en su artículo 1, define la Nación española: la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios. El artículo 2: la Nación española es libre e independiente y no es, ni puede ser, patrimonio de ninguna familia o persona. El artículo 3: la soberanía reside exclusivamente en la Nación, y por lo mismo, pertenece a ésta el derecho de establecer sus leyes fundamentales. El artículo 4º, la Nación esta obligada a conservar y proteger, por leyes sabias y justas, la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen. «De los españoles» trata el capítulo segundo.

El Título segundo, capítulo primero, «Del territorio de las Españas». Capítulo dos, «De la religión». Capítulo tres: Del Gobierno. En el artículo 14, define el gobierno de la nación: una monarquía moderada hereditaria. El Capítulo IV, «De los ciudadanos españoles». El título 3º, «De las Cortes». Capítulo 1º, el modo de formarse. La población se distribuye en provincias, cada 70.000 almas, un diputado. Capítulo dos: «Del nombramiento de los diputados a Cortes». Se celebrarán juntas electorales de parroquia, de partido y de provincia. Se nombran electores de parroquia, nombramiento de compromisarios entre ellos y electores de partido que nombrarán a los diputados. Los procedimientos se establecen de forma detallada. El Capítulo VI, «De la celebración de las Cortes». Capítulo VII: «De las facultades de las Cortes». Capítulo VIII: «De la formación de las leyes y la sanción real». Capítulo IX: «De la promulgación de leyes». Capítulo X:»De la Diputación permanente». Capítulo XI: «De las Cortes extraordinarias».

Título IV: «Del rey». Los capítulos regulan la figura del monarca y establecen los secretarios de Estado y Consejo de Estado. El título V: «De los tribunales y la Administración de Justicia». Existirá un Tribunal Supremo de Justicia. El título VI: «Del gobierno interior de las provincias y de los pueblos». Título VII: «De las contribuciones»: Todos los españoles sin excepción ni privilegio alguno. Título VIII: «De la fuerza militar nacional». Título IX: «De la instrucción pública». Título X: «de la observancia de la Constitución y modo de proceder para hacer variaciones en ella». En total, 384 artículos.

Mercado de esclavos en el siglo XVIII y busto de Voltaire, 1940. Salvador Dalí

La Constitución de 1978 no se contextualiza, y el preámbulo recoge una declaración de intenciones. La palabra «nación» es la primera en aparecer en el preámbulo, pero no se define y no vuelve a aparecer. El texto dice que la Constitución es una declaración de su voluntad, siendo sustituida en los renglones siguientes por «pueblo de España» y se establece una distinción entre españoles y pueblos de España. Parece que se confunde el término «nación» con el término «pueblo», puesto que se refiere a relaciones pacíficas entre todos los pueblos de la Tierra.

Cara paranoica, 1935. Salvador Dalí

El artículo 1, España se constituye en un Estado social y democrático de derecho». No se definen estos conceptos. La soberanía reside en el pueblo español. Sustituye el término «nación» por «pueblo». Forma política: monarquía parlamentaria. Artículo 2. Aparece «nación» . La Constitución se fundamente en la indisoluble unidad de la nación española y reconoce autonomía de nacionalidades y regiones. Es un artículo muy confuso, porque no se ha definido «nación» previamente ni «nacionalidades», que es término nuevo. Además ha diferenciado entre españoles y pueblos de España . Más bien parece que lo indisoluble sería el Estado o la unión del Estado con la Nación, sin que esté claro lo que se entiende por «Nación».»Indisoluble» o una «unión indisoluble» son conceptos que se utilizan en otro contexto, como es el matrimonio, en un contexto religioso. No va a querer decir que los españoles estamos casados todos entre nosotros o que no podemos cambiar de nacionalidad. En todo caso, la «indisolubilidad» podría ser esa voluntad de convivencia que se tiene o que tienen los españoles, pero que se enfrenta a una respuesta política que es la división del Estado en sus competencias, o un reparto de competencias y una división territorial que no existía previamente.

Para rematar, reconoce regiones y nacionalidades, en un nuevo desdoblamiento de los conceptos y garantiza un derecho de autonomía, desconocido porque no existía y porque no se define lo que es una autonomía hasta el Título VIII, dedicado a la organización territorial del Estado. Atribuye derechos que no existen a entes territoriales que tampoco existen, porque no se han constituido y, en todo caso no pueden tener «derechos», como tienen los ciudadanos o las personas. En cuanto al sistema electoral español, se desarrolla en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, de 1985. Aunque la Constitución establece la provincia como circunscripción electoral, los diputados se convierten en diputados nacionales y pierden su representación de la provincia.

Cara rota. Salvador Dalí

Si bien es cierto que la Constitución se sitúa en un momento en que los españoles tenían voluntad y necesitaban una convivencia pacífica, la respuesta política de la Constitución tiene como fin la división de España en lo que se ha llamado «Comunidades autónomas» dotadas de autogobierno, lo que en la práctica convierte a la Constitución en una agenda que establece los pasos en esta dirección. Por ello, la Constitución parece agotarse en este fin. No se sabe el sentido de esa división y la consecuencia lógica parece una división que daría lugar a otro tipo de Estado o una separación efectiva. La figura del monarca como símbolo de unidad queda hueca y solo tiene sentido en una fantasía medieval, llamando a las autonomías «feudos» y convirtiendo al rey en emperador de las Españas. Esta sugerencia fue escuchada en el Congreso recientemente, en tono jocoso. De hecho, a los presidentes de las Comunidades autónomas se les llama «barones» frecuentemente.

Conocer la diferencia entre Estado y Nación es fundamental y debería convertir automáticamente a quienes no son conscientes de su importancia en «no capaces»para desempeñar un cargo político. Una absoluta irresponsabilidad capaz de llevar un país al desastre. La confusión entre Estado y Nación fue el fundamento de los totalitarismos del siglo XX. No es necesario ser jurista ni experto en leyes para entenderlo, porque lo estamos oyendo y viviendo en lo que sucede en Cataluña. La nación española no es indivisible, de hecho los territorios que formaban España en 1812 no son los mismos que en la actualidad, sin ponernos ahora a analizar el tema. Un referendum podría realizarse, pero un referendum de los ciudadanos españoles que viven en Cataluña, que es lo que son, ciudadanos españoles, no ciudadanos catalanes porque no existe el Estado catalán a día de hoy, por ello, tampoco parece tener sentido lógico un referendum. Cuando oímos esos llamados a «Cataluña» para que vote en referendum, se está usurpando la ciudadanía a los españoles libres que viven en Cataluña, que no son patrimonio de un partido político. El hecho de que se vote, no significa nada, puesto que el régimen señorial permitía, supuestamente, a los siervos elegir a su señor, lo que en la práctica era una excusa para defender una supuesta «libertad» de los siervos.

Roy Batty, replicante o humanoide, producto de la ingeniería biológica, de vida limitada a cuatro años. Escena de monólogo bajo la lluvia. Blade Runner, 1982

El problema es pensar o imponer que la Nación es propiedad del Estado, cuando es lo contrario. El Estado es una invención, no tiene entidad en sí mismo, puesto que si no hay Nación no hay Estado. Un territorio vacío, sin habitantes no sería un Estado, como pasa en la Luna. Igualmente, una población pertenece a una Nación según el territorio donde habita, donde es ciudadano. Más que una invención, el Estado es una herramienta de la Nación para gobernarse y para ello existen las leyes, a partir de un contrato en el que se respetan unos principios. Posiblemente, el hecho de no ser capaces de superar la visión del mundo medieval, que es geocéntrica, nos lleva de nuevo a una vuelta al Estado medieval. En el fondo es la incapacidad para asumir «la libertad del otro», quién sabe. De cualquier manera, que la Constitución actual diga que se basa en indisolubilidad de la unidad de la nación española y que a través de su articulado tenga como fin principal la división de la nación en territorios con autogobierno, es contradictorio. Es que es la función principal de la Constitución, todo lo demás queda supeditado a esa separación territorial, que no existía previamente.

La Constitución sigue el método de atribuir cualidades humanas, propias de un individuo, a los entes territoriales que se van a crear. Según su etimología, el término «autonomía» sugiere la idea de autodeterminación. En una dimensión física, la pérdida de autonomía comporta una incapacidad total o parcial para satisfacer las propias necesidades físicas fundamentales, así como satisfacer las tareas más habituales de la vida cotidiana. En el plano psicológico, resulta de un deterioro de la identidad personal, la aceptación complaciente de las decisiones de los demás, la disminución de la iniciativa y la aparición de una actitud cada vez más afásica, hasta llegar al abandono del deseo de vivir, según describen los manuales de geriatría.

La ciudad de Los Ángeles. Blade Runner

Podríamos decir de la Constitución española que sigue un método paronoico-crítico, con toda justicia. La separación en una unidad cerrada, donde el único movimiento posible es la dialéctica entre las partes que chocan entre sí, estrangulándose, puesto que el mecanismo es el reparto, la liquidación de algo sin futuro. Asistimos estos días a un proceso de «separación matrimonial», a pesar de que hay un Tribunal específico que ha velado todos los pasos seguidos en esta dirección, sin la presencia de los cónyuges, los que dieron el «sí «, como expresión de su voluntad. En el cuadro de Dalí, «El enigma de Hitler» se representa un paisaje oscuro, con nubarrones. Un paraguas cerrado cuelga de la rama de un árbol seco. Es posible que signifique que, ante la inminente tormenta, el paraguas del Estado no se abre para proteger a los ciudadanos.

Cartel de la película «Blade Runner»

Foto destacada: fotograma de la película «2001 Odisea en el espacio»